Estas primeras semanas hemos comenzado nuestra reflexión filosófica dando vueltas entorno al concepto de "juventud". Si la filosofía es, como decía Unamuno, una reflexión desde y sobre el "hombre de carne y hueso", qué mejor comienzo que dedicar un tiempo a comprender qué somos -que son ustedes, jóvenes- en esta etapa de la historia en la que nos ha tocado vivir.
Según hemos comentado, el autor presenta tres modelos del concepto de juventud como fase más o menos prolongada de transición a la vida adulta:
El tradicional que, basado en el "síndrome de Tarzán", concibe al adolescente como "el buen salvaje que inevitablemente tiene que ser civilizado" y cuanto antes.
El moderno, basado en el "síndrome de Peter Pan", que concibe la juventud como sujeto de una revolución contra la sociedad adulta y que debe ser domesticado lentamente (aumentando la etapa de escolarización, por ejemplo) hasta aceptar el sistema.
Y, por último, el postmoderno, el propio del S. XXI., el de los jóvenes "Blade Runner". El que entiende que esta juventud de hoy en día es la más preparada para adecuarse a los cambios gracias a su dominio de la tecnología; pero que a la vez es la menos libre ya que no tiene memoria histórica y por ello carece de conciencia de la necesidad de cambio. Por eso si, frente al modelo moderno, podrían ser capaces de provocar la revolución que el sistema necesita, ya que tienen el dominio de los medios, "su rebelión está condenada al fracaso y sólo pueden protagonizar revueltas episódicas y estériles, esperando adquirir algún día la conciencia que los hará adultos". Así se explicarían el botellón o las macrofiestas organizadas por las instituciones públicas.
Hasta aquí nuestra reflexión en el aula. Pero "Civieusebio" quiere que lo que reflexionemos en el aula lo traslademos a casa. Y en eso consiste la tarea de esta actividad: Tienen hasta el lunes 12 de octubre para compartir estas reflexiones con sus padres o tutores y dejar constancia de ello en su cuaderno de aula. ¿Qué modelo es el más presente en su vida cotidiana? ¿Quién es responsable de esa falta de memoria y por lo tanto de conciencia de la juventud actual? ¿Qué propuestas de futuro podemos hacer y qué cambios propondrían en la relación adultos-jóvenes?
Como siempre, pueden dejar como comentario a esta entrada cualquier reflexión que quieran hacer pública.